El alcalde de Ponce, Luis Irizarry Pabón, hizo un llamado al Departamento de Educación (DE) para que posponga por dos meses el inicio de clases presenciales en las escuelas públicas del país ante el incremento de menores contagiados con el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.
El galeno de profesión consideró que la interacción en los salones escolares representa un riesgo de salud para los estudiantes ya que estarán interactuando con otros menores y adultos ajenos a sus respectivos círculos familiares en momentos que en el país predomina la variante Delta del SARS-CoV-2, considerada altamente contagiosa.
Irizarry Pabón subrayó que para las y los estudiantes menores de 12 años de edad la situación es aún más apremiante ya que, al momento, estos no están autorizados a recibir la vacuna contra el COVID-19.
“Debemos proteger a nuestros hijos y nietos. Enviarlos a un ambiente escolar donde interactuarán con otros niños y adultos ajenos a su círculo familiar, es poner en riesgo su salud y su vida”, manifestó el mandatario en declaraciones escritas.
De acuerdo con los datos provistos hoy, martes, por el Departamento de Salud, en Puerto Rico hay 37 hospitalizaciones a consecuencia del COVID-19 qué corresponden a casos pediátricos, de los cuales dos menores se encuentran conectados a ventiladores.
La situación, según el alcalde ponceño, amerita que tanto el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi Urrutia, como el secretario interino del DE, Eliezer Ramos Parés, a “poner en una balanza los planes operacionales y programáticos de la agencia versus la vida de los niños”.
“Esto es una emergencia que debemos atender seriamente como país”, reiteró Irizarry Pabón, quien recomendó aprovechar el periodo de dos meses para analizar el desarrollo de la crisis de salud y la propagación del SARS-CoV-2 para determinar cuán seguro puede ser tener los estudiantes interactuando dentro de espacios cerrados como los salones y planteles.
