El Departamento de Salud volvió a detener el uso de la vacuna Janssen, fabricada por la empresa Johnson & Johnson contra la enfermedad COVID-19, mientras se determina si las dosis recibidas en Puerto Rico están contaminadas.
Actualmente, en Estados Unidos se investiga la posible contaminación de estas vacunas, producidas en la planta de Emergent BioSolutions en Baltimore. En abril pasado, se tuvieron que desechar 15 millones de dosis de Janssen por estar contaminadas.
“Como una medida cautelar y tras la consulta con nuestros salubristas del Departamento, hemos tomado la decisión de poner las actividades de vacunación con Johnson and Johnson en pausa, priorizando la salud y seguridad de los ciudadanos. Estaremos en espera de la información solicitada sobre los números de lote de vacunas que llegaron a Puerto Rico y validar que sean seguras”, informó el secretario de Salud, Carlos Mellado López, mediante comunicado de prensa.
En la isla hay 105 proveedores que reciben esta vacuna, de una sola dosis.
Los trabajos del Centro de Vacunación que se supone abriera hoy en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, en Carolina, fueron suspendidos por esta causa.