Entre música y manifestaciones artísticas, los adjunteños celebraron ayer en las calles del casco urbano de Adjuntas un gran paso dentro de una iniciativa que busca transformar el consumo energético de este pueblo al maximizar el potencial del sol.
El festejo tuvo el objetivo de anunciarle al mundo que varios comercios adjunteños se conectaron a una microred solar con capacidad instalada de 220 kilovatios que se nutre de un sistema fotovoltaico distribuido en varios techos. El paso implica que estos negocios ahora generan como colectivo la energía necesaria para operar los hornos de panaderías y pizzerías, los instrumentos de una óptica, la iluminación de mueblerías y otros establecimientos de manera independiente de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
Casa Pueblo, organización comunitaria que precisamente celebraba ayer sus 41 años de fundación, sirvió de punto de partida de la comitiva amenizada por una batucada de su escuela de música y cabezudos, zanqueros y otros artistas del colectivo Agua, Sol y Sereno.
A lo largo del recorrido se exhortó a los participantes, entre los cuales se encontraban niños y adultos mayores, a velar por el distanciamiento para minimizar la posibilidad de contagio con el coronavirus SARS-CoV-2.
La primera parada fue la mueblería Super Mueblicentro, donde Ada Miranda, una de tres mujeres que trabajó en la instalación en los techos de las placas que componen el sistema fotovoltaico, y Gustavo Irizarry, presidente de la Asociación Comunitaria de Energía Solar Adjunteña (ACESA) -entidad que agrupa a los comerciantes que se beneficia del proyecto- tuvieron la misión de operar el dispositivo que dio paso a que los inversores se nutrieran del sol y distribuyeran la energía por la microred.
“Los ingresos que se autogeneren por el concepto eléctrico serán utilizados para un fondo de operación y mantenimiento y otro de emergencia, pero el propósito principal es alimentar el fondo de reinversión social donde podamos ayudar a familias en necesidad a disfrutar también de energía segura y limpia”, expresó Irizarry, quien además es dueño de Lucy’s Pizza, local que fue el escenario de la última parada de la marcha.
El empresario destacó la necesidad de educar a la población en cuanto a los beneficios del uso de la energía solar, la cual, además de representar un ahorro económico en la operación de los establecimientos adjunteños, reduce considerablemente el impacto en el medioambiente.

“Todos y cada uno de los ciudadanos puertorriqueños tenemos que ver que estamos haciendo un bien para nuestro planeta. Además, por medio de este proyecto nos estamos preparando para el impacto del cambio climático”, agregó el presidente de ACESA, al destacar que el sistema permitirá continuar la operación luego del paso de fenómenos atmosféricos con el potencial de afectar el sistema de la AEE, tal y como ocurrió a finales del 2017 tras el impacto del huracán María.
Por su parte Máximo Torres, dueño de la empresa puertorriqueña que tuvo a su cargo la instalación del sistema fotovoltaico, destacó que la operación servirá de ejemplo para que comunidades de todas partes del planeta desarrollen modelos similares que le permitan romper con la dependencia de energía a base de petróleo.

“Este nuevo proyecto está provocando, no solo a nivel de Puerto Rico, sino a nivel del mundo, una transformación”, aseguró Torres, quien recordó que esta iniciativa se gestó con el trabajo de manos puertorriqueñas.
Nuevas etapas en camino
Ahora, Adjuntas Pueblo Solar enfila sus esfuerzos a otras etapas del proyecto que incluyen la integración de un sistema de almacenaje de energía de un megavatio de potencia.
“Esto no se ha acabado. En dos meses vamos a prender la plaza solar de Adjuntas. Esta plaza se va a iluminar como se están iluminando hoy los comercios. Eso es una transformación hacia Adjuntas Pueblo Solar y, si en Adjuntas lo hacemos, hay que hacerlo en Puerto Rico completo”, manifestó Arturo Massol Deyá, director asociado de Casa Pueblo, entidad que ha liderado la iniciativa junto a la Fundación Honnold.

El también profesor universitario se mostró confiado en que este tipo de proyecto se puede replicar en otros cascos urbanos y comunidades del país, ya que a nivel local se cuenta con el personal requerido para la encomienda.
“Hay una responsabilidad de romper con el modelo de dependencia. Queremos construir una infraestructura que pase a manos de la comunidad y que la comunidad pueda autogobernarse en el tema energético y potenciar un desarrollo económico”, sostuvo.

El rol de la comunidad, según Massol Deyá, va más allá, pues los beneficios de este tipo de proyecto energético pueden ser dirigidos a impactar otras áreas como sería atender otros servicios básicos, el entretenimiento, la cultura, el deporte y la pobreza.
Cabe destacar que Adjuntas Pueblo Solar fue anunciado en el 2019 durante la Marcha del Sol de Casa Pueblo.
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