Con una pelea titular en la mira, el púgil guayanillense Carlos “Purin” Caraballo tiene una ocupada agenda de trabajo para el 2021, comenzando con su regreso al cuadrilátero tras más de un año de inacción a consecuencia de la pandemia de coronavirus.
El invicto peleador sureño peleará el 25 de marzo ante el mexicano Leonardo Báez en un cartel de la empresa Promociones Miguel Cotto que tendrá como escenario la Plaza del Quinto Centenario del Viejo San Juan. El evento se transmitirá por la cadena televisiva NBC Sports y la aplicación Twitch como parte de la plataforma deportiva Ring City USA.
“La espera ha sido larga y estoy ansioso de estar allá arriba (en el ring) para seguir mi camino hacia un campeonato mundial”, anticipó el peleador, quien se mudó a la zona metropolitana para entrenar bajo la tutela de Juan De León en el gimnasio 12 Round Fitness en el Paseo Cavadonga en San Juan.
Como parte del proceso establecido por los organizadores del evento, más adelante el boxeador y su equipo de trabajo tendrán que acuartelarse bajo un formato de burbuja, que supone un ambiente cerrado, para evitar contagio con el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.
Sobre su rival, Caraballo indicó que se trata de un “boxeador aguerrido que viene pa’l frente en todo momento”.
“Es un boxeador experimentado. Va a ser una pelea buena y una gran prueba. Espero usar mi boxeo, moverme bien y ganarle contundentemente”, aseguró el peleador de Guayanilla, quien ha ganado todas sus peleas profesionales por la vía rápida.
Báez cuenta en su récord con 18 triunfos, nueve de estos por nocaut, y tres derrotas.
“Esta es una pelea de calentamiento en camino a una pelea de campeonato este año”, anticipó el deportista, quien adelantó que espera realizar, al menos, otros tres combates a lo largo del 2021, todos en las 118 libras.
Para Caraballo, al igual que muchos otros boxeadores en Puerto Rico, el 2020 fue un año difícil para su carrera debido a que las restricciones impuestas por el gobierno para minimizar la propagación del coronavirus incluyeron el cierre de gimnasios y otros espacios de entrenamiento, al igual que la prohibición de eventos deportivos.
“Durante todo el año tuvimos que inventar en casa con mis entrenadores con lo poco que teníamos para mantenernos en forma. Hacíamos lo que se podía”, relató el peleador.
El cierre nacional se sumó a los estragos de la actividad sísmica en su pueblo, donde incluso el gimnasio donde habituaba entrenar fue cerrado por los daños registrados en la estructura que alberga la Escuela del Deporte Raúl Hernández.





“Me mantuve corriendo y entrenando en casa, luego a medida que las órdenes (ejecutivas) fueron permitiendo varias cosas, pude comenzar a visitar varios gimnasios de vez en cuando, siempre manteniendo la precauciones y las medidas”, relató.

Por otro lado, Caraballo se mostró deseoso de volver a pelear ante su público, por lo que espera que el gobierno flexibilice las medidas preventivas de manera que cantidades limitadas de personas puedan acudir a los eventos deportivos.
“Este cartel va a ser transmitido por televisión, pero esperamos que pronto podamos volver a pelear ante el público”, concluyó.