Ante la lentitud en el proceso del reinicio de la actividad deportiva en la isla, el Albergue Olímpico de Puerto Rico en Salinas se ha convertido en un asilo para atletas que necesitan continuar entrenando para competencias internacionales.
Este es el caso de las nadadoras Laura Figueroa y Juliana de Jesús y los nadadores Liznel Ortiz y Alexis J. Soto, que ayer, miércoles, se integraron al sistema de entrenamiento bajo el formato de una burbuja, que supone un ambiente cerrado para atletas y personal técnico, en la instalación deportiva sureña.
“Ante la lentísima apertura que tiene el deporte en el país decidimos abrir los espacios a los atletas que estaban dispuestos a entrenar en el Albergue Olímpico”, manifestó a través de declaraciones escritas el presidente de la Federación Puertorriqueña de Natación (FPN), Fernando Delgado.
El líder deportivo aseguró que los atletas seguirán los protocolos establecidos por el Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) y su federación para evitar la propagación del nuevo tipo de coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.
En el albergue salinense también se encuentran los nadadores Louis Ortiz y Marissa Lugo, quienes retomaron sus entrenamientos en junio dentro del primer grupo certificado por el Departamento de Alto Rendimiento del COPUR para estos fines.
“Esperamos que el Gobierno pueda tomar en consideración la elaboración de un plan eficaz que pueda aportar al desarrollo deportivo de nuestros nadadores y demás deportes. Tenemos compromisos serios por cumplir por nuestro país”, destacó Delgado, quien recordó que varios atletas puertorriqueños estarán compitiendo en miras a clasificar a los juegos olímpicos.
De acuerdo con la información suministrada por el COPUR, de las 27 piscinas registradas por el FPN, solo 20 se encuentran operando bajo protocolos y medidas exigidas por el Departamento de Recreación y Deportes (DRD).
