Luego de años de incertidumbre y carentes de servicios básicos, las decenas de familias que ocuparon la urbanización Vista Hermana en Juana Díaz luego del paso de huracán María en 2017 podrían finalmente obtener la documentación requerida para continuar viviendo en esta comunidad.
Según el alcalde de Juana Díaz, Ramón Hernández Torres, su administración se encuentra en medio de negociaciones con el Departamento de la Vivienda en miras a otorgar a las familias un canon de arrendamiento por espacio de 15 años basado en sus ingresos y una vez completado este periodo se otorgaría la titularidad del hogar.
“En lo que se va atendiendo cada uno de los casos, hay una posibilidad de que lleguemos a un acuerdo que se le dé un permiso de entrada, que permite a ellos conectarse a los servicios básicos, como es el agua, como es la energía eléctrica. En esas conversaciones es que estamos en estos momentos”, comentó el ejecutivo en entrevista con Voces del Sur.
El grupo compuesto por cerca de 50 familias optó por ocupar las casas, las cuales ha permanecido vacías durante más de 10 años, ante los estragos provocados por el paso de fenómeno atmosférico en la comunidad costera de Manzanilla.
Sin embargo, la resolución final todavía tardará varios meses, ya que personal de la administración juanadina y Vivienda volverá a reunirse para “finiquitar el acuerdo de colaboración”.
Una vez concretado un pacto, el mismo será analizado por la legislatura municipal, detalló el alcalde.
“Yo tengo el deseo de resolver esto que llevamos muchísimos, muchísimos años, en controversia con diferentes administraciones”, aseguró Hernández Torres, quien mencionó que su administración tiene planes de ayudar a las familias con la reparación de las casas de manera que se puedan conectar los servicios de agua potable y electricidad.
Para esto, señaló, el municipio invertirá aproximadamente $97,000.
“Se harían ajustes correspondientes en presupuestos para atender esta situación o cualquier otro ingreso que no esté comprometido para nosotros poder responder diligentemente para que estas personas tengan el agua y la luz y que puedan tener algún permiso de entrada a lo que finalmente Vivienda hace todo el análisis correspondiente basado en el estudio socioeconómico que tiene cada uno de los que están allí”, comentó.
En el 2018, las 39 residencias en Vista Hermosa fueron habitadas por alrededor de 50 familias, por lo que algunas comparten un mismo techo. Dentro del grupo existen entre 20 a 25 menores y muchas personas de la tercera edad. También hay personas encamadas, diabéticos y no videntes.