Carlos Colón, el siempre recordado “Acróbata de Puerto Rico”, llega al aniversario 45 de su empresa World Wrestling Council (WWC) confiado en que la lucha libre volverá a tomar auge en Puerto Rico, allá como en la época de oro de los 80.
Esto, a pesar de que el huracán María dejó a la compañía sin sus sedes principales (la cancha Pepín Cestero y el Coliseo Rubén Rodríguez de Bayamón, el coliseo Pedrín Zorrilla de San Juan y la cancha de Caguas) y de que la situación económica del país no es la más favorable.
Sus esperanzas están puestas en la fidelidad de una fanaticada que tiene en la WWC su principal referente de lucha libre local, en el apoyo de los comerciantes del patio y en sus esfuerzos por conectar con el público más allá del programa televisivo que se emite los fines de semana.
¿Volverá a tomar auge la lucha libre en Puerto Rico?, se le preguntó a Colón en una entrevista enmarcada en el evento Aniversario 45, que se llevará a cabo del viernes 13 al domingo 15 en Manatí, Guaynabo y Ponce.
“En esas estamos. Ese es el motivo del aniversario de este año, que se lo dedicamos a la fanaticada por el daño que hizo el huracán. Creo que esta va a ser una gran oportunidad para que la lucha libre coja el mismo auge que tenía en la década del 80”, respondió Colón a Voces del Sur.
Fue para ese tiempo que el luchador nacido en el barrio Jauca de Santa Isabel hizo nombre, se convirtió en “campeón universal” y consiguió, junto a su socio y amigo Víctor Jovica, aglutinar en la entonces Capitol Sports Promotions a importantes figuras como Los Súper Médicos, Hércules Ayala, Barrabás, Chicky Starr y el Invader #1; así como traer del extranjero a Ric Flair, Los Pastores de Nueva Zelanda y Abdullah the Butcher, entre otros.
“Para ese tiempo me coroné campeón universal cuando destroné a Ric Flair. Él era campeón de la National Wrestling Alliance y yo de acá, y los ejecutivos de ambas compañías decidieron hacer una lucha unificatoria y así nació el campeonato universal. La década del 80 fue la mejor época para nosotros. Había muchas estrellas locales y extranjeros. Ellos llegaban solos porque escuchaban que la lucha libre estaba muy saludable en Puerto Rico”, rememoró.
Como empresario, su mayor logro para ese tiempo fue “poder reunir 32 mil personas en el Estadio Hiram Bithorn en un programa de aniversario y llenar en varias ocasiones coliseos y estadios en Puerto Rico”.
No obstante, la década del 90 trajo consigo una baja en la industria local, estrechamente ligada al crecimiento astronómico de la entonces World Wrestling Federation (WWF), ahora World Wrestling Entertainment (WWE), en Estados Unidos.
“El flujo de talento no era el mismo y mermó un poco la calidad tanto de los luchadores locales como de los extranjeros. Cuando la WWE coge fuerza, pone bajo control a sus luchadores y no les permite ir a otras compañías. Ya no era la misma calidad, además de que los buenos luchadores se fueron retirando”, explicó.
A eso hay que sumarle, en la década del 2000, la aparición de la International Wrestling Association (IWA), de Víctor Quiñones, que le hizo mella a la WWC.
“Eso no se puede negar. La competencia cuando es buena siempre afecta a la otra parte, pero fue una guerra limpia. Por lo menos nosotros no tratamos de robarle talento a ellos, como pasa en otras industrias. Nunca fue nuestro estilo”, manifestó.
Ante este panorama y de cara al medio siglo de existencia, sus esfuerzos para revitalizar la WWC incluyen renovar la plantilla, reconoció.
“Siempre estamos en busca de talentos nuevos. Lo que pasa es que hoy es más difícil que en años atrás y somos bien selectivos. Buscamos disciplina y calidad humana, además del talento. Que sean buenos luchadores y buenas personas, que vivan una vida limpia”, estipuló.
Ganarse un público nuevo también es vital para mantener a flote a la compañía, y eso tiene que darse obligatoriamente en el mundo digital. De hecho, la WWC ha dado un salto cualitativo recientemente con el uso de las redes sociales para crear comunidad y mantener el interés del público, aparte de que se han creado foros y podcast independientes que fortalecen esa presencia.
“Hacia eso estamos encaminados. Poco a poco vamos en busca de ese medio porque es muy importante hoy en día. Las redes sociales son el presente”, señaló.
A lo largo de su existencia, la WWC ha contado con el respaldo de los comerciantes locales, y Colón espera que esa relación se mantenga a pesar de los vaivenes económicos.
“Siempre tratamos de trabajar más con el empresario local porque hay que proteger lo nuestro. Nos han apoyado totalmente. Algunos llevan muchos años con nosotros”, comentó.
“Yo creo que nací para luchar”
Al reflexionar sobre la trayectoria de la WWC, el santaisabelino expresó que “uno nunca piensa que algo dure tanto tiempo, pero nos lo hemos disfrutado; parece que fue ayer”.
“La WWC ha sido mi modus vivendi y mi vida. Yo creo que nací para luchar. Ya no estoy activo físicamente (como luchador), pero estar bregando con las promociones y con el talento me mantiene contento”, afirmó.
Colón, quien cumplirá 70 años de edad el 18 de julio de 2018, no piensa en el retiro.
“No. Mientras Dios me dé salud, vamos pa’ encima”, sentenció.
Dedicado a un ponceño
El evento Aniversario 45 contará con la participación de destacadas figuras del ensogado como “El Patrón” Alberto del Río, Jack Swagger, “El Sucio” Dutch Mantell, Los Hermanos Briscoe, Ray González, Eddie «Primo» Colón y Carlito, entre otros.
El viernes el espectáculo será en el Coliseo Juan Aubín Cruz de Manatí, el sábado en el Coliseo Mario «Quijote» Morales de Guaynabo y el domingo en el Auditorio Juan “Pachín” Vicéns de Ponce. En la Ciudad Señorial, se le dedicará el aniversario a Sammy Rodríguez, oriundo de la Playa de Ponce.
“Se lo dedicamos porque es un buen ponceño, fue un gran luchador en la década del 60 y 70, puso el nombre de Puerto Rico en alto y es nuestro amigo”, mencionó Colón.
Publicado: 12 de julio de 2018