El cuatro como principal instrumento patrio y símbolo de identidad puertorriqueña es el eje del proyecto teatral musical Voz de madera, producido por 80 estudiantes y varios maestros de la Academia Ponce Interamericana (API).
La pieza se presentará en el Centro de Bellas Artes Ada Mage Zayas de Juana Díaz mañana, jueves, a las 9:00 a.m. y el viernes a las 9:00 a.m. y 7:30 p.m. para público general.
Se trata de un espectáculo que combina actuación, baile, coro y música en vivo, y trata sobre un joven jíbaro al que, luego de tomarse un té para aliviar una enfermedad, le empiezan a crecer raíces en los pies. Eso lo lleva a caminar sin detenerse, razón por la que viaja toda la isla y cruza de la montaña a la ciudad.
La obra fue escrita por Lauryliz González, maestra de teatro de API, del recinto de Ponce de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.
“Es un personaje complejo y tiene todas las características de un jíbaro. Es noble, humilde, apasionado y lo más que resalta es su deseo de triunfar y progresar. Él está cumpliendo su destino, su razón de ser”, comentó a Voces del Sur el intérprete de este personaje, Yoshua Cintrón, de 17 años.
Ese destino está relacionado con el nacimiento del cuatro puertorriqueño.
“La obra trata de cómo el cuatro resurge de un árbol en trozos para luego convertirse en nuestra identidad nacional”, señaló Christian Rivera Pagán, maestro de español en la academia y cuatrista invitado en la obra.
La música es parte fundamental en el desarrollo de la trama. El coro de API, de 30 integrantes, cantará temas del repertorio popular puertorriqueño como Yo habito una tierra luz, Amanece, Lamento borincano y Amanecer borincano.
Les acompañarán Francisco Javier Quiñones, como cantante y tocando el güiro; cuatro guitarristas, un percusionista y Rivera Pagán en el cuatro.
“Son unas piezas que van acorde a lo que está pasando en la obra. Todos los efectos de lluvia y de ciudad los va a estar interpretando el coro. No hay nada artificial, todo es en vivo”, destacó la maestra de música y directora del coro, Frances Pacheco.
Mónica Blanco, de 15 años e integrante del coro, indicó que “la experiencia está brutal porque aprendimos más de la cultura de Puerto Rico, de las tradiciones y del cuatro puertorriqueño”.
Su compañera Paola Hernández, de 15 años, agregó que tuvieron que hacer ajustes para interpretar estas canciones. “Se hizo un poquito difícil porque la música es bastante rápida, pero nos gustó mucho porque podemos demostrar ese lado puertorriqueño, ya que a veces las obras se americanizan bastante”, opinó.
Bajo la dirección de Kimberly Aponte, una decena de bailarinas desplegarán su arte en escena. Una de ellas es Carla Santiago, de 18 años, quien también funge como una de tres narradoras.
“Gracias a esto conocemos a muchas personas, tenemos experiencias distintas, fortalecemos las conexiones, la presencia escénica, la autoestima y la confianza en una misma”, expresó.
El protagonista, quien está en cuarto año, dijo que resaltar la identidad puertorriqueña es la mayor aportación de esta pieza.
“Es un tema que me encanta porque se trata de la identidad puertorriqueña y para mí lo más importante que se puede llevar el público de esta obra es quiénes somos y qué aportamos a la sociedad”, sostuvo Yoshua.
Yashira Colón, 18 años y quien interpreta a su madre, añadió que “hay muchos nervios y muchas ansias de que llegue el día” de estreno, y que esta experiencia le ha ayudado a aprender de sí misma y de su país.
Voz de madera dura alrededor de una hora y 10 minutos, sin intermedio. Los boletos se consiguen en API, en el Centro de Bellas Artes de Juana Díaz o llamando a los números telefónicos 787-934-0262 y 787-409-4018.
Publicado: 4 de abril de 2018