Tras seis días del paso del huracán María sobre Puerto Rico, son muchos los retos que todavía enfrentan los municipios de Sur donde el poderoso fenómeno dejó a miles de personas sin hogar, derribó decenas de puentes y obstaculizó el paso en cientos de vías públicas al arrancar árboles, postes, tendido eléctrico, carteles, semáforos e incluso parte de edificaciones.
Al igual que la mayoría del resto del país, los artículos de primera necesidad han escaseado en los diferentes refugios donde todavía cientos de personas pernoctan debido a las diferentes situaciones provocadas por el ciclón, cuyas lluvias también provocaron que decenas de comunidades tuvieran que ser desalojadas debido a inundaciones y crecidas de los ríos. Tan reciente como ayer, lunes, el gobernador Ricardo Roselló Nevares informó del rescate de 50 personas que llevaban días incomunicadas en el municipio de Villalba.
En Juana Díaz, la Plaza Pública quedó desolada ya que el huracán María sacó de raíz varios de los árboles centenarios que adornaban el espacio público, mientras que la estructura a uno de sus costados que hasta hace poco albergaba una funeraria y ahora el municipio levanta un museo, quedó sin parte de su techo, al igual que el antiguo casino al lado del ayuntamiento municipal.
La comunidad de Agustinillo del Belén de Puerto Rico se mantiene incomunicada, mientras que en Portillo se cayó un puente ubicado en la carretera 512 y el puente de Peñoncillo también sufrió daños por el paso del huracán María.
Entre Juana Díaz y Ponce no hay paso por el expreso PR-52, debido a que la crecida del río Inabón socavó los cimientos de la estructura. El paso vehicular es desviado por la carretera PR-14, donde hay una gran congestión vehicular debido a las largas filas en estaciones de gasolina, y la PR-149 que conecta con la PR-1.
La situación es similar en Yauco, donde la crecida del Río Loco se apoderó de la PR-2 y causó daños a la importante carretera que conecta a los pueblos del suroeste. Ante la incertidumbre de la condición de uno de los puentes de la vía sobre el cuerpo de agua, las autoridades se encuentran desviando el paso por una de las salidas, lo que ha generado una gran congestión vehicular.
En Ponce, ya la mayoría de las principales vías se encuentran transitables, aunque todavía las autoridades intentan abrir paso para comunidades rurales como Reál Anón. Cabe destacar que varios comercios frente a la Plaza Las Delicias, como fue el caso de una tienda de música, fueron vandalizados.
Varios sectores costeros de Cabo Rojo, Lajas, Guánica y Guayanilla sufrieron daños debido a la marejada ciclónica que provocó estragos en varios de los comercios y restaurantes de estas importantes zonas turísticas.
En Adjuntas, el alcalde Jaime Barlucea Maldonado indicó a través de un vídeo en su perfil en el medio social Facebook que no se reportaron perdidas de vida y ya el acceso a la mayoría de los barrios han sido habilitados, incluyendo la vía que da acceso a Ponce.
El mandatario indicó que cerca de 1,500 casas han perdido sus techos y que gran parte del municipio se encuentra sin servicio de agua potable, incluyendo el refugio donde se encuentran más de 100 personas.
Por otro lado, Barlucea Maldonado advirtió que hay un serio problema en cuento al suministro de medicamentos, ya que los centros de salud de Adjuntas se encuentran faltos de estos artículos.
En Salinas, la alcaldesa Karylin Bonilla Colón estimó en alrededor de 3,000 las viviendas cuyos techos fueron afectados mientras que, al igual que Adjuntas, no se han reportado muertes al momento por el fenómeno.
Sectores salinenses como Playa, Playita, Coquí y el casco urbano fueron algunos de los más afectados. Asimismo, el Coliseo Angel “Cholo” Espada sufrió serios daños.
Ayer durante una reunión entre varios mandatarios de la región Sur, la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), indicó que trabaja para lograr prender la Central Aguirre en Salinas de manera que se pueda conectar con Costa Sur en Peñuelas y dar inicio a la restauración del servicio a la región sureña, trabajo que será cuesta arriba ya que son cientos las líneas que se encuentran todavía en el suelo, incluyendo decenas a lo largo de la carretera PR-1 entre Ponce y Juana Díaz. Esta acción permitirá energizar los hospitales de la región, que actualmente han tenido problemas manteniendo su operación ante la falta de combustible para sus plantas eléctricas, y el Aeropuerto Mercedita en la Ciudad Señorial, donde están llegando aviones con diversas ayudas y equipo para
Al momento son escasas las estaciones de gasolina que se encuentran operando en pueblos como Ponce, Adjuntas y Juana Díaz, lo ha provocado filas kilométricas de personas que buscan combustible tanto para sus vehículos como para plantas eléctricas. Personas incluso han pernoctado en estas filas, donde también se han producido varios conatos de motín, por lo que las autoridades han tenido que intervenir.
Uno de los grandes obstáculos que enfrentan los ciudadanos sureños es la falta de comunicación ya que el huracán María provocó el colapso de las telecomunicaciones en todo el país. En el Sur, solo los teléfonos de línea directa de la empresa Claro están funcionando y en un corto tramo de la autopista PR-52 entre Juana Díaz y Santa Isabel teléfonos de la empresa AT&T logran obtener algo de señal, lo que ha provocado que decenas de personas se estacionen en los paseos de vías para tratar de llamar a familiares.
Sectores de Ponce y Juana Díaz ya cuentan con suministro de agua potable.
Publicado: 26 de julio de 2017