La polarización que genera el tema de las cenizas de carbón, al menos en el pueblo donde se producen, quedó evidenciada hoy durante una vista pública del Senado en Guayama.
La audiencia sirvió para que los senadores Carlos Rodríguez Mateo, Cirilo Tirado y Nelson Cruz escucharan opiniones a favor y en contra de que se prohíba el uso y disposición de este material en Puerto Rico. La Comisión de Salud Ambiental y Recursos Naturales, presidida por Rodríguez Mateo, tiene ante su consideración los proyectos del Senado 81, 123 y 128, presentados por legisladores de los tres partidos políticos.
Por una parte, el doctor Gerson Jiménez Castañón, director médico del Hospital San Lucas de Guayama, se mostró a favor del cierre de la planta Applied Energy Systems (AES) y de la aprobación de las referidas medidas por el riesgo que representan las cenizas de carbón para la salud del pueblo. Igualmente lo hizo la Alianza Comunitaria Ambientalista del Sureste, que cobija varias organizaciones que luchan por la protección de los recursos naturales en el Sur del país.
Por el contrario, se manifestaron en contra de los proyectos de ley Alexander Llaurador, mecánico y soldador de JC Mechanical, que presta servicio en AES; Domingo Serrano Gual y José Luis Ortiz González, empleados de la empresa; Félix Gabriel Figueroa Reyes, del Festival Bahía de Jobos Incorporado; y Blanca Estrella, superintendente de escuelas en el Distrito de Guayama y cuyo esposo labora en AES. También sometieron sus ponencias por escrito, en contra de las medidas, Annette Rodríguez, exempleada de la compañía, y Juan Picart, entrenador de béisbol de niños.
Una veintena de empleados de la planta acudieron a la vista con camisas que leían “Guayama y su gente con AES Puerto Rico”, y además estuvieron presentes varios integrantes de Transportistas del Sureste, quienes llevaban el material a los vertederos de Humacao y Peñuelas.
Atenta contra la salud
“Estoy muy preocupado por la situación de salud potencial de estos ciudadanos que están expuestos a la contaminación con las cenizas producto de la quema de carbón de la planta AES”, afirmó el doctor Gerson Jiménez Castañón.
El galeno explicó que en su práctica, él y sus colegas han visto un incremento en enfermedades del tracto respiratorio y cáncer, que están relacionadas a la contaminación con metales pesados como los que, según estudios científicos, están presentes en las cenizas de carbón.
“La incidencia de cáncer de próstata más alta de Puerto Rico está en Guayama”, afirmó Jiménez Castañón.
También se mostró preocupado por la radiación que emiten las cenizas. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Duke que citó, las cenizas emiten de cinco o 10 veces más radiación que el carbón original.
“Yo creo que tenemos evidencia más que suficiente para prohibir que se nos siga intoxicando con estas cenizas”, opinó el médico al favorecer la aprobación de los proyectos de ley.
Que AES se quede
Los argumentos de las personas que se expresaron a favor de la permanencia de AES en Guayama se centran en la confianza en sus medidas de seguridad internas, en la alegación de que sus trabajadores están saludables, que la compañía genera empleos directos e indirectos que la ciudad no debería perder, y que ayuda a las comunidades aledañas.
“Si los productos resultantes de la quema del carbón fueran tóxicos, los primeros que estarían enfermos seríamos nosotros y eso es de una lógica básica. Y les vamos a decir más, si esa toxicidad fuera real ya ambos no estuviésemos trabajando en la planta, no solo por nosotros sino por nuestras familias”, sostuvo José Luis Ortiz González, quien lleva ocho meses en la empresa.
Su colega Domingo Serrano Gual aseguró que “podemos decirles que nunca nos hemos sentido afectados por la actividad industrial de la planta”.
Luego de afirmar que “nosotros hacemos falta”, Alexander Llaurador mostró apertura para “buscar los medios para llegar a un ‘happy medium’”.
Publicado: 7 de marzo de 2017