Semanas de sacrificio y constantes sesiones de entrenamiento en los predios de la Pista Atlética de Peñuelas rindieron frutos para María Luisa Vásquez la pasada semana, cuando enfrentó a atletas de 10 países para ganar medalla de oro en el Campeonato Mundial de la Federación Internacional de Powerlifting, que este año se celebró en el estado de Texas.
La atleta compitió en la categoría de 47 kg en la modalidad “raw”, que implica la ausencia del traje de protección comúnmente empleado en este tipo de disciplina, un estilo que ha ganado auge recientemente en este deporte.
“En el pasado tuvimos interés de participar en este evento, pero en la mayoría de los casos se celebraron en países demasiado lejanos y ya que tenemos que costear todo, pasaje, estadía e inscripción debido a que la federación local no tiene fondos, no pudimos asistir. Incluso este año el Mundial no estaba en los planes ya que nos estamos concentrando en clasificar a los Juegos Mundiales, pero al ser tan cerca de la Isla nos arriesgamos a participar”, relató la deportista.
Para los obtener los fondos para representar a Puerto Rico en la justa global, Vasquez tuvo que organizar ventas de camisas y aprovechar otras actividades para sufragar los gastos. De igual forma, estructuró el viaje de manera que estuviera el mínimo de tiempo hospedada en Texas, lo que significó que arribó el jueves en la noche y ya a las 6:00 a.m. del otro día estaba en la báscula para el pesaje previo al torneo.
La presión durante el evento fue fuerte ya que la competencia estaba sumamente nivelada. Vásquez enfrentó a representantes de Francia, Gran Bretaña, Japón, Filipinas, Australia, Finlandia, Canadá, Sudáfrica y el país anfitrión, Estados Unidos. Cada una de las participantes tenía que demostrar su fortaleza en tres tipos de levantamientos: sentadillas (“squat”), empuje en el banco (“bench press”) y peso muerto (“deadlift”).
“Teníamos tres intentos, en el primer ‘squat’ hice 120 kilos, en el segundo 127.5 y en el tercero 132.5”, narró la deportista nacida en Guatemala pero que por los pasados cuatro años ha hecho de Peñuelas su hogar tras casarse con el también atleta peñolano Ivan Cancel, quien además es su entrenador.
A lo largo de la competencia, Vásquez logró sacar una buena ventaja en los primeros dos eventos al superar por 25 kilos a sus contrincantes en el turno de squats y otros 15 en bench press. Así las cosas, solo quedaba la prueba de deadlift.
“Mi último deadlift fue muy intenso. Sentí una adrenalina como nunca. Yo tiendo a bloquearme en esta modalidad y sabía que iba a ser fuerte, por lo que me preparé mentalmente y aunque me pesó, lo logré. Me sentí muy satisfecha. Cumplí y estoy segura que di el todo y estaba feliz por hacer mi trabajo. Celebré por haber cumplido con lo que tenía que hacer”, compartió.
Pese a la ventaja, el triunfo de Vásquez no estaba asegurado ya que la estadounidense Heather Connor todavía tenía oportunidades de ganar si lograba superarla en la última prueba, que era una de sus especialidades.
Con el foco puesto totalmente en la actuación de Connor, la peñolana se acomodó en una esquina para ver a su rival. Ahí, se percató de un detalle que le sirvió de preámbulo para anticipar el resultado de la justa.
“Cada uno de nosotros tenemos un pequeño ritual antes hacer el levantamiento, en especial en ‘deadlift’, y en el caso de ella se baja dos veces antes del intento. Cuando ella se bajó una tercera vez antes de tocar las pesas ya sabía que no lo iba a lograr y así fue”, indicó la eventual ganadora de la medalla de oro.
No bien ganó la medalla, ya al otro día la deportista se encontraba en suelo boricua. Allí sus compañeros de entrenamiento y familiares la esperaban con un grato recibimiento.
“Siempre voy a estar agradecida de la Federación (de Powerlifting de Puerto Rico) y de mis compañeros por su recibimiento aquí en la Isla y hacerme sentir bien. También a mi esposo por sacrificar su entrenamiento para entrenarme y al doctor Pedro Rivera por siempre estar dispuesto a atender mis lesiones sin importar la hora”, expresó.
Ahora Vásquez y su esposo enfilan hacia la clasificación a los Juegos Mundiales, que reunirán a sobre 3,500 deportistas de más de 100 naciones el próximo año en Polonia. Para esto, tendrá que ganar el campeonato regional, por lo que las arduas horas de entrenamiento continuarán.