La confusión reinó ayer frente al Complejo Deportivo de Pequeñas Ligas de Guayama cuando se les informó a las jugadoras de las Brujas de Guayama y Bravas de Cidra que, debido a la negativa del Departamento de Recreación y Deportes municipal de abrir el parque, tendrían que movilizarse a Maunabo para poder jugar.
Miembros del equipo técnico de ambas novenas esperaron por más de una hora para que les abrieran los portones de la instalación, donde se disputaría en la tarde de ayer una tripleta de juegos en los que también estaban involucradas las Jueyeras de Maunabo, pero para su asombro esto no sucedió.
Temprano en la mañana, la lluvia había afectado las condiciones del terreno de juego, por lo que era necesario acondicionar el campo para que se pudiera jugar. Nadie del municipio apareció y la única excusa que se le dio a las personas, las cuales en algunos casos llegaron al municipio sureño desde pueblos lejanos, fue que durante la tarde volvería a llover, por lo que no se iban a hacer trabajos sobre el campo de juego.
Este medio llegó a las 12:00 p.m. a los predios de la instalación de la Ciudad Bruja. No estaba lloviendo en ese momento. Las caras de las jóvenes deportistas y sus familiares estaban llenas de frustración ya que el primer partido, entre la locales y el equipo cidreño, estaba pautado para la 1:00 p.m. y no habían podido calentar. El calor era intenso y frente al parque no había espacio para esconderse del implacable sol.
Así las cosas, las ganas de hacer deporte fueron mayores. Un grupo de personas se dio a la tarea de acondicionar por cuenta propia el terreno del parque y ya para la 1:00 p.m. los enormes baches habían desaparecido. Todavía el portón seguía cerrado.
Minutos después un árbitro dijo a los presentes que la acción en ese predio había sido cancelada y que la jornada deportiva sería movida a Maunabo, donde los encargados del espacio deportivo habían comenzado a acondicionar el parque, también afectado por la lluvia.
Evidentemente molestos, los presentes no tuvieron otra opción que comenzar a trasladarse al otro pueblo. Algunas jugadoras locales llamaban a sus padres con la esperanza de que las pudieran transportar, y otras trataban de acomodar a la mayor cantidad de compañeras posible en sus vehículos para hacer la travesía.
“La liga está defraudada con la pobre colaboración que ha mostrado la administración de Guayama en el día de hoy (ayer) con estas jugadoras. El señor Sydney Duprey (director de Recreación y Deportes de Guayama) se ha negado a permitir el uso del parque, lo que nos obligó a cancelar los juegos allí y moverlos a Maunabo”, expresó a Voces del Sur Enrique “Quique” García Morales, director del torneo del Sóftbol Superior Femenino.
El directivo deportivo se expresó apenado por la situación ya que la excusa que se le dio fue que no se iba a perder el tiempo acondicionando el parque porque estaban seguros de que volvería a llover en la tarde.
Por su parte, la apoderada de la franquicia, Carie Rodríguez, indicó que “es bochornoso que estas cosas pasen, no importa que sean en torneos femeninos o masculinos”, y opinó que lo menos que pudo haber hecho el ayuntamiento era abrir el parque y “darnos un ‘break’”.
Voces de Sur esperó junto a las jugadoras hasta la 1:00 p.m. Durante ese tiempo, cuando no cayó ni una gota de agua, este medio intentó comunicarse con la administración municipal de Guayama y no recibió contestación.
Recreación y Deportes municipal rebota la culpa
Cinco horas y media después, y luego de que una publicación de este medio en la red social Facebook fuera compartida en diversas ocasiones, el director de Recreación y Deportes municipal se comunicó con Voces de Sur para ofrecer su versión de los hechos.
Según Duprey, fue el encargado de los árbitros del torneo, al que identificó como José Morales, quien a eso de las 11:30 a.m. le comunicó que el parque no estaba en condiciones para jugar y que se iba cancelar la acción, por lo que no era necesario realizar trabajos allí.
“Él me dijo que no valía la pena acondicionar el campo ya que estaba lloviendo”, aseguró el funcionario.
Duprey lamentó las expresiones del director de torneo, quien aseguró no se comunicó con su oficina en ningún momento mientras se dilucidaba la controversia, y adjudicó a una falta de comunicación entre los componentes del organismo deportivo el mal rato vivido por las atletas.
El funcionario municipal aseguró que si el director de los árbitros hubiese recomendado jugar en el parque, él hubiera ordenado que se quitaran los candados y que se acondicionara.
Tras el dolor de cabeza y la espera, las deportistas de los equipos de Cidra y Guayama finalmente pudieron jugar, en Maunabo, pero a las 3:30 p.m., dos horas y media después de lo pautado.