El director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en inglés) y el administrador de la Agencia Federal de Protección Federal (EPA) exhortaron al gobierno de Puerto Rico a que haga caso omiso a las advertencias de los posibles efectos adversos del uso del pesticida Naled y que dé paso a la propuesta de fumigar con aviones utilizando este químico, en un intento para controlar el brote de contagio con el virus zika en la Isla.
Luego de que varios grupos comunitarios y entidades sociales protestaran ayer en contra del uso de Naled en las áreas de mayor incidencia de contagio, entre las cuales se encuentra Ponce, el CDC emitió un comunicado afirmando que este compuesto es seguro para la población.
“Múltiples fuentes independientes indican que, de acuerdo al ritmo actual, miles de embarazadas se contagiarán con el zika en Puerto Rico”, manifestó el director del CDC, Tom Frieden, quien sostuvo que en los Estados Unidos continentales se ha implementado esta medida durante décadas para reducir la población de mosquitos.
El zika, al igual que los virus del dengue y chikungunya, son transmitidos por el mosquito Aedes Aegypti.
El CDC se comprometió con el gobierno de Puerto Rico a ofrecer los fondos necesarios para crear una unidad de trabajo para lidiar con la enfermedad, además de brindar $500,000 para la disposición de gomas utilizadas y ayuda a los municipios para reducir el número de criaderos de este tipo de insecto volador.
Un grupo de organizaciones, entre las que se encuentra el Colegio de Médicos Cirujanos, el Proyecto Agroecológico El Josco Bravo, la organización Nada Santo Sobre Monsanto y la Organización Boricuá de Agricultura Ecológica, enviaron hace una semana una misiva al gobernador Alejandro García Padilla y a varias agencia estatales y federales en la que advirtieron que al momento no se han seguido los pasos requeridos bajo la Ley Federal de Procedimientos Administrativos, la Ley de Protección de Especies en Peligro de Extinción y las leyes federales y estatales de Protección del Aire, las Aguas y la Salud para llevar a cabo la fumigación aérea en la Isla.
Por su parte, la administradora de la EPA, Gina McCarthy, se unió al reclamo del CDC pese a que su propia agencia advierte que, en altos niveles, el Naled podría provocar náuseas, mareos y dificultad respiratoria, y que además es altamente tóxico para los insectos, como las abejas.
“Exhortamos al pueblo de Puerto Rico a considerar la fumigación aérea ya que es un método seguro para las personas y ha sido comprobado que es efectivo a la hora de controlar la propagación de mosquitos que transmiten enfermedades como zika, dengue y chikungunya.
Por otro lado, en el escrito las agencias recuerdan el hecho de que el CDC le otorgó a Puerto Rico $5 millones como parte de los esfuerzos federales para “proteger americanos de ser infectados por el virus zika y los resultados asociados a la enfermedad como la microcefalia y otros defectos al nacer”.