En medio de música y gran algarabía, fanáticos de todas partes de la región Sur se dieron cita al Parque Luis G. Moreno para demostrar su afecto y cariño al pelotero de Grandes Ligas e hijo de Santa Isabel, Carlos Correa Oppenheimer.
Más que un festejo, el evento representó para muchos una manera de agradecerle al campocorto de los Astros de Houston, quien el pasado año ganó el premio al Novato del Año de la Liga Americana, todo el tiempo que dedicó durante su estadía en la Isla a compartir con la juventud y promover el deporte.
Ante el público que le vio dar sus primeros cuadrangulares y correr sus primeras bases, Correa Oppenheimer se lució al máximo, esforzándose por dar un espectáculo de primera a través de los fundamentos del béisbol.
Tras una breve reunión con su equipo de trabajo y ejercicios de calentamiento, el deportista santaisabelino hizo gala de sus destrezas defensivas capturando pelotas con su guante desde diversos puntos del terreno de juego.
Tras varias rutinas, el ‘astro’ soltó el guante y se apoderó del madero para el deleite de grandes y chicos presentes en las gradas. Correa Oppenheimer procedió a desaparecer detrás de la verja del estadio cada pelota que le enviaban.
Como si la demostración del galardonado pelotero fuera poco, el público allí presente también tuvo la oportunidad de ver a su hermano, Jean Carlos, en acción.
Por su parte, los fanáticos no dejaron de celebrar cada faena realizada en el campo de juego con sonoros aplausos y otras muestras de admiración, entre las que se encontraban gigantescas pancartas que llevaban las firmas de decenas de los fanáticos que allí se dieron cita.
“Éxito en esta nueva temporada, te desea tu pueblo”, leía uno de los carteles forrados de autógrafos en los que los presentes también estamparon mensajes personales para el novel jugador sureño.