En poco tiempo, el pelotero Carlos Correa se ha convertido en uno de los máximos exponentes del deporte puertorriqueño y, como consecuencia, en modelo a seguir para los niños, un rol que el santaisabeleño ha tomado con gran beneplácito.
Correa, ganador del premio al Novato del Año de la Liga Americana de Grandes Ligas en el 2015 y oriundo del barrio Velázquez de Santa Isabel, compartió con decenas de jóvenes atletas como parte de la ceremonia de inauguración de la Liga Infantil y Juvenil de béisbol del municipio sureño.
Durante la actividad, que tuvo lugar en el Mini Estadio de Pelota Rubén Cruz Cedeño del barrio Paso Seco, el campocorto de los Astros de Houston entregó el gigantesco cheque simbólico del donativo de $20,000 que la administración municipal le hizo a la liga, para luego tomarse fotos, firmar autógrafos y conversar con los presentes.
Para Correa, la actividad debe tener un significado especial, ya que fue allí donde corrió sus primeras bases como parte de la novena de Playita Cortada y aprendió las herramientas básicas que ha ido perfeccionando y que lo ayudaron a acumular 22 cuadrangulares y 68 carreras remolcadas en 99 partidos con los Astros durante la temporada pasada.